Berlusconi no teme la crisis del Milan: "Somos un supercampeón dormido"

Tras la derrota en casa por 1-0 contra la Roma, el Milan, serio aspirante al título, está a 11 puntos del líder, su archirrival, el Inter de Milán (21), y es décimo en la tabla.

Los jugadores están inseguros, el entrenador, Carlo Ancelotti, deconcertado, y los aficionados exigen el fichaje de nuevas estrellas. Pero en lugar del sermón que se esperaban los "rossoneri", Berlusconi rebajó la intensidad de la crisis. "El Milán es un supercampeón que simplemente está dormido", dijo. "El Milan vive" fue el mensaje de Berlusconi. "No hay motivo alguno de preocupación. Volveremos a triufar como lo hemos hecho siempre", dijo el magnate de los medios de comunicación y ex primer ministro de Italia. Tras el nuevo revés en San Siro, donde el Milan aún no ganó en los cinco partidos de liga disputados, el presidente asumió el papel de psicólogo en los vestuarios del equipo. "Llevé una sonrisa allí donde reinaba la tristeza y la depresión", reveló Berlusconi.

Muchos sospechan de que tras las palabras de Berlusconi haya más cálculo que compasión. Pues más presión no sirve de nada para volver a levantar al Milan. Pese a ganar el Mundial en Berlín en 2006 y la Liga de Campeones en Atenas el pasado mayo, las estrellas del Milan no están aún satisfechas. Pero los pilares del centro del campo, Andrea Pirlo y Gennaro Gattuso, están exhaustos tanto física como mentalemente y precisan un descanso.

Por otra parte, se echa mucho de menos a estrellas lesionadas como el delantero Ronaldo. "Con Ronaldo tendría con seguridad más posibilidades en el ataque", opinó Ancelotti. El balance en casa es desconsolador: dos derrotas y tres empates en cinco partidos. Ya no hay que pensar en el título, dijo el técnico antes del partido contra la Roma. Y sus jugadores le dieron la razón en la cancha. "Nuestra posición en la tabla es verdaderamente fea y nos preocupa", admitió el entrenador.

También él renunció a soltar una reprimenda. "También porque Berlusconi nos pidió no dramatizar la cuestión", reveló Ancelotti. Pero falta por saber cuánto tiempo durará la dulzura de Berlusconi. Si no funciona el "azúcar", el propietario del club podría sacar el látigo.