jueves, 14 de junio de 2007

Boca Juniors 3 Gremio 0







En la final(ida) de la Libertadores.
En la Bombonera, Boca Juniors vapuleó por 3 a 0 a Gremio, de Brasil, y quedó muy cerca de obtener su sexta Copa Libertadores de América.

A los 19 minutos, Riquelme ejecuta un tiro libre de la derecha, Palermo alcanza a conectar un pase hacia atrás y, en el momento y lugar justo, Palacio definió con un toque de zurda al fondo de la red.

A los 28 minutos de la parte final, Román, a la salida de un tiro libre, es habilitado por Morel y saca un derechazo preciso, rasante y fortísimo que se mete en el rincón del palo derecho entre Saja y el palo. Golazo de Riquelme.

A los 32, otra vez el delantero bahiense inquietó a la defensa visitante. Recibió un pase largo de Cata Díaz por el sector izquierdo, enfrentó a su marcador, lo dejó en el camino con un paso hacia afuera y, donde encontró el hueco sacó un derechazo al segundo palo que pasó cerca.

Sobre el final de la etapa, a los 45, Riquelme se desprendió de su marca y sacó un derechazo con efecto, pero no el suficiente para colarse junto al segundo palo.

En definitiva, en el primer tiempo nuestro equipo generó mayor cantidad y las más claras situaciones de peligro para aumentar la diferencia.

En el complemento Boca tomó la iniciativa como en el comienzo del partido. Palacio, en dos oportunidades, tuvo la posibilidad de aumentar el marcador. Pero en la primera salvó un defensor sobre la línea y en la segunda Rodrigo no pudo conectar con precisión una asistencia con la cabeza de Palermo hacia el segundo palo.

Nuestro equipo dominó cada vez que se lo propuso. Quizás le faltó más contundencia en el último toque para que la diferencia sea más abultada.

La defensa volvió a mostrarse sólida, donde se destacaron Ibarra, Morel y Díaz. Ledesma en el mediocampo fue un león. Riquelme manejó con inteligencia los avances y una vez más su pegada hizo la diferencia.

Sobre el final, Riquelme se encendió de nuevo: amagó, gambeteó, enganchó ante dos rivales, sacó un derechazo que Saja tapó a media, Palermo capturó el rebote, envió un centro al área y Ledesma, bien alto, conectó un cabezazo que tomó mucha altura y bajó con efecto para meterse dentro del arco ante el inútil cierre de la defensor Patricio, que terminó por empujarla.

En siete días, la revancha será en Porto Alegre. No será un trámite, pero Boca ya sacó a relucir hace tiempo la vieja mística.

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