Al Ahly, 0 FC Barcelona, 4

El Barça venció y dio una buena imagen en El Cairo en un amistoso que conllevaba muchos riesgos. Una derrota o un pésimo encuentro se hubiera sumado al KO en Vila-real, a la bronca de Frank Rijkaard en el entrenamiento del lunes, a los nervios de una Liga al rojo vivo con el Sevilla y el Madrid envalentonados... Pero el equipo azulgrana supo entender que en juego había algo más que prestigio: también tenía la necesidad de demostrar a los rivales que el equipo sigue entero. En la primera parte, reflejaron ese buen nivel en el marcador Saviola y Bojan Krkic, uno que se irá en junio y otro que a sus 16 años ya pide paso a una velocidad de vértigo. En la segunda mitad sentenció Eto'o. Es una buena noticia que Samuel recupere el olfato goleador. El Barça necesita sus tantos en el tramo decisivo de la temporada, con Liga y Copa en juego.

Era un 'bolo' para sacar una buena pasta (2 millones de euros, más o menos), pero con trampa. Era el centenario del Al Ahly, club fundado el 24 de abril de 1907 y que desde la década de los 60 se ha convertido en el más poderoso del continente africano, un coleccionista de títulos que en el Mundial de clubs, de triste recuerdo para el Barça, quedó tercero. Tres horas antes del encuentro, las gradas del Estadio Internacional de El Cairo ya estaban llenas. 80.000 personas con la camiseta roja de sus 'diablos' entonando cánticos, deseando ver una proeza del Al Ahly similar a los triunfos logradas sobre Madrid y Roma en dos precedentes no demasiado lejanos recordados con orgullo por su afición. Hasta el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, estuvo en el palco, un hecho que provocó extremadísimas medidas de seguridad.

Lo normal en este tipo de encuentros es que el equipo local, el egipcio, ponga todo el interés ante otro, el barcelonista, relajadito y pensando en otra cosas. Así llegan las sorpresas. Pero el desarrollo del partido fue muy distinto.

El Al Ahly lo dio todo, en efecto, pero demostró sus limitaciones técnicas ante un Barça combativo, serio y muy ofensivo. Sí, porque Rijkaard alineó cinco delanteros de salida, aunque dos de ellos reciclados en el centro del campo, como Ezquerro y Gudjohnsen. El experimento del islandés funcionó. La posición no le era extraña del todo (en el Chelsea jugó muchos encuentros en la media) y quizás no habría que descartar que volviera a jugar ahí en un futuro no muy lejano... Tiene empuje, sentido táctico y pisa área. Ezquerro también le puso muchas ganas en su nueva misión, mientras que Iniesta hizo de organizador.

De un córner sacado por el de Fuentealbilla llegó el 0-1. Márquez peinó y Saviola remató en boca de gol. El Conejo siempre está disponible, también para dar una asistencia de oro a Bojan en el 0-2. El juvenil se compenetró bien con Saviola y Giuly en el ataque. Valdés estuvo rápido de reflejos en un par de ocasiones del Al Ahly.

Curiosamente, la segunda parte, con más titulares en el campo, fue más aburrida. El Barça, superior ya en todo, jugó con elegancia y tuvo ocasiones para golear también con cuatro atacantes, pues la presencia de Giovani en la derecha obligó a Messi y a Ronaldinho a alternarse como mediapuntas. Eto'o no perdonó y colocó con dos remates el 0-4 final.