Después de ver el debut oficial ante el Wisla, el público acudía al Camp Nou ilusionado y con ganas. El club había vendido el Gamper como una gran fiesta y con ese ánimo estaba el aficionado. Y es que el Barça, el miércoles, había dado una gran imagen ante los polacos, por más que no fuesen precisamente una gran potencia mundial.
Y en la grada, la fiesta continuó durante todo el partido, en parte gracias a la presencia de un buen grupo de aficionados de Boca, de esos para los que la fiesta no decae nunca, pase lo que pase. Pero dentro del terreno de juego, la cosa fue muy diferente. Pep Guardiola dio la oportunidad de ser titulares a nueve jugadores que no lo fueron el miércoles y sólo repitieron Márquez y Henry. Y si estos primeros partidos de la temporada sirven para sacar conclusiones, una de ellas podría ser que hay varios jugadores - y no hablamos ya de los que presumiblemente se quedarán en el filial - que están muy justitos para poder tener en este equipo un papel más allá del de simples rellenos de plantilla. Y es que además del reclamado extremo izquierdo, un lateral derecho para jugar cuando no lo pueda hacer Alves seguro que no iría nada mal.
Por lo que se refiere a Boca, causó una buena impresión. A pesar de algunas bajas importantes, en especial Riquelme y Rodrigo Palacio, se mostró como un equipo combativo, con ambición ofensiva y buenos detalles, en hombres como el veterano Martín Palermo o el joven Noir, del que en Argentina hablan maravillas.
La primera parte fue decepcionante, y así debió entenderlo también Pep Guardiola, al que se vio muy inquieto en todo momento, saliendo mucho del banquillo e intentado dar muchas órdenes a sus jugadores, por más que como él mismo reconoce, en Tercera División eso puede servir de algo pero en un campo como el Camp Nou, es difícil que algún jugador se entere de algo.
Todo ese largo preámbulo es obligado porque del juego, poco se puede decidir. El Barça estuvo espeso, en especial en ataque y en los últimos metros. Eso provocó que hubiera poquísimas ocasiones de gol. La más clara, eso sí, fue para el Barça, con un disparo de Sergio Busquets, desde fuera del área y con la pierna izquierda, que acabó con el balón topando con el travesaño. Premio insuficiente para el que fuera portero del Barcelona, que fue de lo poco que se salvó en el desangelado primer tiempo del equipo.
Con esos argumentos, poco puede extrañar que se llegara al descanso con empate a 0. Poco más se podía esperar...
CAMBIO TACTICO EN EL DESCANSO
En el segundo tiempo, Guardiola hizo cuatro cambios y varió su sistema táctico. Quedó con solo tres defensas (Puyol, Pique y Abidal); un rombo en el centro del campo con Busquets por la derecha, Gudjohnsen por la izquierda, Touré Yayá como pivote defensivo y Hleb como media punta y delante estaban Jeffren por la derecha, Bojan por el centro y Pedro por la izquierda.
El juego no mejoró y las ocasiones de gol siguieron sin aparecer. La mejor, esta vez, fue para Boca, con un disparo de Viatri (11') que como el de Busquets en el primer tiempo, dio en el travesaño. Por el Barça, solo una falta que lanzó Pedro (8') mandando el balón fuera.
Todo eso hasta que mediada esa segunda parte, Guardiola dio entrada a Xavi, Iniesta y Eto'o, tres piezas básicas en este equipo. Pero cuando mejor estaba el Barça, llegó el gol de Boca. Una indecisión de la defensa del Barça (descolocada al estar con solo tres jugadores) permitió a Viatri batir a un Pinto que se quedó plantado como una estatua viendo como el balón entraba en la portería.
Tenía que llegar la reacción del Barça pero casi lo que llega es el segundo gol del mismo Viatri, que se plantó ante Pinto y el portero barcelonista le quitó el balón, tirándose a sus pies, y con su pie.
El primer síntoma de reacción barcelonista llegó en el minuto 35, a diez del final, con un disparo lejano de Iniesta que el portero Caranta despejó con dificultades. Y el mismo Iniesta, tres minutos más tarde, tuvo una ocasión aún más clara, cuando tras una jugada individual y embarullada, el balón le quedó a sus pies, dentro del área y muy cerca de la línea de gol, pero su disparo cruzado salió alto. Y aún una tercera ocasión para Iniesta, en el minuto 39, esta vez con un disparo desde fuera del área que salió fuera por poco.
Parecía que el partido estaba perdido, pero ya en tiempo añadido llegó el empate. Saque de esquina que lanzó Xavi y Puyol, con un excelente remate de cabeza, batió al portero Caranta. Pinto salvó al equipo en un uno contra uno con Cardoso y en la siguiente jugada, nuevo centro de Xavi desde la derecha y esta vez es Eto'o quien, también de cabeza, remata magníficamente al fondo de la portería.
Y ya no hubo tiempo para más. Se acabó lo que se daba. Un partido muy flojo en el primer tiempo, regular en la primera media hora del segundo tiempo, mejorando a medida que se acercaba el final del encuentro y magnífico y espectacular en los últimos cinco minutos. Y el Gamper que, una vez más, se queda en casa.
Moltes gràcies, gracias, thank you
Hace 6 años
1 comentarios:
No fue un buen partido. Guardiola lo parovecho para hacer experimentos. Lo que cuenta son los partidos oficiales.
Saludos
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