España accedió a semifinales de la Copa Confederaciones gracias a un testarazo de David Villa, que derrumbó el muro de una defensiva Irak, y dejó a la "roja" las puertas de convertirse en la mejor de la historia, a un solo encuentro de igualar la racha de partidos invicta de Brasil. En toda gran competición, una selección no mantiene nunca la misma regularidad. España tuvo su día tonto ante Irak. Lo que antes costaba una derrota humillante, lo solventó sin brillantez pero un dominio aplastante. Sin un solo segundo de sufrimiento.
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Hace 6 años
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