Los Celtics tiñeron de verde el ala este de la Casa Blanca

George W. Bush, presidente de Estados Unidos, dejó a un lado la crisis financiera por la que atraviesa el país y los problemas de los desastres naturales causados por los huracanes para recibir en la Casa Blanca a los Celtics y celebrar el decimoséptimo título de los de Boston logrado en las pasadas Finales de la NBA.

Al margen de felicitar a los nuevos campeones, Bush dijo que el "orgullo de los Celtics había vuelto", algo que le recordaba los tiempos de la juventud de su generación.

El mandatario estadounidense saludó especialmente al capitán del equipo, Paul Pierce. "Salir al campo y jugar lesionado en un partido de campeonato es la demostración más clara de liderazgo", destacó Bush durante la ceremonia que tuvo lugar en el área Este de la Casa Blanca.

Bush deseo suerte a los Celtics para que renovasen el título de campeones, pero les recordó que el próximo año ya no podría recibirlos como presidente. "Eso si, si volvéis a ganar, me podréis encontrar en Texas", bromeó Bush con una gran sonrisa.

Al 'MVP de las Finales' le sudaron las mano
Al concluir la ceremonia, Pierce dijo que reunirse con el presidente había sido algo que le generó muchos más "nervios" que jugar las Finales de la NBA. "Realmente me sentí nervioso, las manos me sudaron", admitió Pierce. "De verdad, que me sentí muy nervioso".

El presidente fichó por los Celtics
Los dueños, directivos, jugadores y entrenadores presentaron a Bush una camiseta verde de los Celtics con el número '43', para recordarle que es el mandatario 43 en la historia de la nación.